Isla Chiquita: Un viaje forjado por el legado

Isla Chiquita encierra una historia profundamente arraigada en generaciones, reflejando la visión y pasión de Harry Zurcher, un abogado y hotelero costarricense comprometido con la excelencia. Su trayectoria en la creación de experiencias de viaje extraordinarias comenzó con una creencia sencilla pero poderosa: la hospitalidad excepcional puede florecer incluso en los lugares más inesperados. Esta filosofía lo llevó a la pequeña comunidad costera de Islita, en Guanacaste, donde fundó el Hotel Punta Islita, uno de los primeros hoteles de lujo en Costa Rica.

A medida que el Hotel Punta Islita prosperaba, la visión de Harry se ampliaba para abarcar nuevos horizontes. Su siguiente proyecto, El Silencio Lodge & Spa, surgió en la exuberante selva nubosa de Bajos del Toro, que fue liderado y pertenecía a su hija Karin Zurcher.

El Nacimiento de Isla Chiquita

Tras el éxito de estos dos destinos, el corazón de Harry se volvió hacia Isla Jesusita, una pequeña isla en el tranquilo Golfo de Nicoya, frente al pintoresco pueblo pesquero de Paquera. Durante más de 40 años, Isla Jesusita fue un refugio especial para Tía Nora, la suegra de Harry y madre de su esposa, Mary Anne. Figura emblemática en la comunidad de pesca deportiva de Costa Rica, Tía Nora encontraba en esta isla un santuario donde compartía risas, historias y una conexión profunda con el mar.

Cuando Harry compartió su visión de Isla Chiquita, Tía Nora la acogió con entusiasmo, comprendiendo el impacto positivo que podría tener en la región. Su amor por la isla y el sentido de comunidad que fomentó allí fueron una fuente de inspiración constante a lo largo del proyecto. Tuvo la dicha de ver cómo Isla Chiquita cobraba vida, reflejando la hospitalidad y camaradería que tanto valoraba. Aunque ya no está físicamente, su espíritu sigue presente en la cálida atmósfera de la isla.

Hoy, su hija, Mary Anne, juega un papel fundamental en preservar su legado. Con un agudo sentido estético y un compromiso inquebrantable con la excelencia en hospitalidad, ha moldeado Isla Chiquita en un destino que irradia encanto, calidez y diseño reflexivo. Junto a Harry, vela por que cada detalle de la experiencia del huésped refleje el espíritu acogedor que definió la estadía de Tía Nora en la isla. Juntos, honran su memoria e invitan a los visitantes a sumergirse en la aventura, la conexión y la belleza que hacen de Isla Chiquita un lugar verdaderamente especial.

Un Refugio Único en la Isla

Hoy, Isla Chiquita es el primer y único hotel en isla de Costa Rica, con un concepto de glamping inmersivo que conecta a los viajeros con el estilo de vida costero y el ecosistema extraordinario de la región. El resort ofrece dieciocho lujosas tiendas de campaña, fusionando el espíritu aventurero del camping con las comodidades de un hotel tradicional. Ubicado en Isla Jesusita, rodeado por las serenas aguas del Golfo de Nicoya, Isla Chiquita recibe a aquellos que buscan una conexión profunda con la naturaleza y los placeres de la vida isleña.

Los huéspedes pueden sumergirse en la belleza de la isla a través de experiencias únicas, desde pesca artesanal hasta aventuras marinas. Cada tienda de campaña ha sido diseñada para fomentar una relación íntima con el entorno natural, permitiendo respirar la brisa marina mientras se disfruta del confort de un refugio exclusivo. Cada alojamiento cuenta con una terraza privada, cama king-size o dobles y baño en suite, asegurando una experiencia de lujo en la isla.

El diseño arquitectónico de Isla Chiquita celebra y respeta la belleza natural de la isla con un enfoque sostenible. Las tiendas están construidas sobre plataformas elevadas, minimizando el impacto en la topografía. El restaurante, bar y recepción han sido reutilizados a partir de estructuras existentes, conservando el carácter auténtico del lugar. Los elementos decorativos incluyen redes de pesca, madera flotante y motivos marinos, rindiendo homenaje a la rica herencia marítima de la isla.

Donde la Aventura se Encuentra con la Serenidad

En Isla Chiquita, los huéspedes pueden vivir el sueño de explorar una isla remota, donde el lujo y la naturaleza se entrelazan armoniosamente. Las fantasías de infancia—como buscar tesoros escondidos o descansar en una hamaca bajo el sol—cobran vida con todas las comodidades modernas. Las mañanas comienzan con el sonido del océano y los aullidos de los monos congo, despertando a los visitantes en un entorno completamente natural.

Al caer la noche, la magia de Isla Chiquita se despliega. Se puede admirar el resplandor de la bioluminiscencia, contemplar un cielo estrellado sin contaminación lumínica o simplemente dejarse envolver por la paz de la vida isleña. La isla ofrece un sinfín de aventuras, desde paddleboarding en aguas cristalinas hasta senderismo en exuberantes bosques, permitiendo a los viajeros conectarse con los tesoros naturales de la región. En temporada, incluso es posible presenciar el paso majestuoso de las ballenas jorobadas, un espectáculo inolvidable.

Un Compromiso con la Sostenibilidad

La sostenibilidad es un pilar fundamental en la filosofía de Isla Chiquita. El hotel está dedicado a iniciativas ecoamigables y programas de impacto social que enriquecen tanto la experiencia del huésped como el ecosistema local. Este compromiso garantiza que cada visita contribuya a la preservación de los paisajes más impresionantes de Costa Rica y al bienestar de una comunidad resiliente para las futuras generaciones.

Isla Chiquita Glamping Hotel ofrece una escapada inolvidable para parejas y familias en uno de los rincones más encantadores de Costa Rica. Aquí, los sueños de la infancia se reavivan, y la belleza natural de Isla Jesusita se celebra en su máxima expresión. La visión de Harry Zurcher, llevada a la realidad con la dedicación de Mary Anne en hospitalidad y diseño, es un tributo vivo al legado de Tía Nora. Cada visita es una invitación a formar parte de una historia que honra la sostenibilidad, la familia y las maravillas de la naturaleza.